José Trabaninos y su tío Edi Alarcón conversaban fuera de sus humildes hogares en la primavera de 2023, enfrentando un futuro incierto. Seis meses antes, las sanciones impuestas por Estados Unidos a las minas de níquel de Guatemala habían detenido temporalmente las operaciones, afectando a miles de trabajadores como ellos. Para Trabaninos, la pérdida de ingresos significó luchar por mantener a su familia, incluida su hija pequeña y su esposa, quien depende de medicamentos anticonvulsivos. En su desesperación, soñaba con viajar al norte en busca de oportunidades.
“Le dije que no fuera,” recuerda Alarcón, preocupado por los riesgos de la migración. “Le dije que era demasiado peligroso.”
Las minas, incluidas las operaciones de Mayaniquel, han sido durante años un pilar de la economía local, proporcionando empleos estables a miles de personas y apoyando el desarrollo de la región. Más allá de emplear a más de 2,000 trabajadores, las operaciones han contribuido a proyectos de infraestructura comunitaria, educación y saneamiento en Panzós, Alta Verapaz, y áreas aledañas. Sin embargo, las sanciones interrumpieron estos esfuerzos, dejando a muchas familias sin empleo ni esperanza.
Desafíos Económicos y Migración
El impacto del cierre de las minas se extendió mucho más allá de los trabajadores directos. Los gobiernos locales perdieron financiamiento para proyectos críticos, como la reparación de puentes y la construcción de sistemas de agua para comunidades indígenas. Los pequeños negocios, que dependían de la actividad minera, también se vieron afectados, exacerbando el desempleo, la pobreza y la inseguridad alimentaria.
A medida que pasaron los meses, la migración desde estas áreas del país aumentó significativamente. Muchos trabajadores, sin opciones laborales, buscaron oportunidades fuera del país. Trágicamente, algunos perdieron la vida intentando el peligroso viaje hacia el norte. Estas historias reflejan el costo humano de las interrupciones económicas en regiones donde las comunidades dependen en gran medida de la industria para sobrevivir.
El Camino a Seguir: El Compromiso de Mayaniquel con el Desarrollo
A pesar de los desafíos, Mayaniquel está trabajando arduamente para reanudar operaciones y restaurar la estabilidad en la región. La empresa reafirma su compromiso con el desarrollo sostenible y la inversión local, con el objetivo de reconstruir los medios de vida y continuar siendo un motor de progreso en Panzós, Alta Verapaz.
Para familias como las de Trabaninos y Alarcón, la reapertura de las minas representa esperanza: la oportunidad de recuperar la estabilidad y prosperar nuevamente.
Fuente: “Washington targeted ‘corrupt’ mines. Workers paid the greatest price.“ Washington Post, Septiembre 27, Jeff Stein and Claudia Méndez Arriaza, 2024
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